A menudo, las familias cuyo hijo o hija está diagnosticado de TEA (Trastorno del Espectro Autista) se enfrentan -nos enfrentamos- a situaciones incómodas (cuando no hirientes) a causa del desconocimiento de muchas personas.
Un ejemplo práctico. Un niño grita en un restaurante. Los demás comensales pueden pensar:
1. Ese niño es un “maleducado”.
2. Sus padres no le han enseñado normas básicas de educación.
No, no tiene por qué ser así, puede haber una opción C (de hecho, puede haber infinitas opciones): ese niño puede tener TEA y estar sufriendo una crisis sensorial.
Obviamente no tienes por qué saberlo, pero quizá si supieras estas diez cosas sobre los niños con TEA que te cuento en este post entre todos conseguiríamos una mayor empatía y una mejor convivencia.
10 cosas sobre los niños con TEA que tú, y todos, deberíamos conocer
1. Las personas con autismo no están en su mundo, están en el mismo mundo que tú. Solo que les cuesta entender los estímulos que tienen a su alrededor.
2. El autismo no es una enfermedad. Es un trastorno con el que la persona convive toda su vida. Las enfermedades se curan, el autismo no. Con la atención temprana hay mejoras notables para enseñar a un niño con autismo a jugar, hablar y relacionarse.
3. Todas las personas con autismo son diferentes. No puedes juzgar a las personas con autismo por una película que has visto o por una persona que conoces con este trastorno. Como las demás personas, tienen características que las unen (afectación en el área del lenguaje y socialización) y tienen muchas otras que las hacen personas únicas.
4. Las personas con autismo tienen sentimientos. Aunque algunas veces no saben interpretarlos, relacionarlos con la situación o expresarlos, tienen los mismos sentimientos que los demás.
5. Las personas con autismo pueden tener alteraciones sensoriales. Algunos niños no quieren que les toques, otros se asustan con olores, luces, experiencias nuevas o la muchedumbre. Si ves a una persona tapándose los ojos o los oídos puede que esté sufriendo una crisis sensorial. Para ayudarle hay que evitar el estímulo que le altera. Del mismo modo que ayudarías a una persona con discapacidad visual a cruzar la calle (espero que así sea) puedes ayudar a esa persona que está sufriendo.
6. Las personas con autismo que tienen un lenguaje verbal pueden necesitar más tiempo para entenderte y contestarte. Habla despacio y con un vocabulario sencillo. Hay personas diagnosticadas con TEA que no desarrollan el lenguaje verbal y se relacionan mediante apoyos visuales (por ejemplo, pictogramas).
7. Los niños con autismo no siempre quieren estar solos, pero no saben cómo relacionarse con los demás. Invítalo a jugar y ayúdale. Si no quiere, no le presiones.
8. Los niños con autismo no son caprichosos, no pueden evitar algunos comportamientos que pueden molestar a los demás. Pueden gritar, chillar o autolesionarse. Se estresan mucho al no poder expresar sus deseos y sentimientos.
9. El autismo se detecta normalmente entre los 2 y los 3 años. Hay que prestar atención a los signos de alerta. Si el niño no señala, no mira a los ojos, no habla y tiene movimientos repetitivos, puede tener este trastorno. Nadie mejor que un profesional podrá diagnosticar a un niño o niña. Con este trastorno o con cualquier otro.
10. Hay más niños con autismo que niñas. Pero también las hay. Un ejemplo: mi princesa, diagnosticada de TEA.
Espero que gracias a estas diez cosas que ahora ya sabes sobre los niños y niñas con TEA hagan que la empatía con los de su alrededor sea mayor.
Por favor, comparte este artículo para que el mayor número de personas comprenda a las personas con TEA y podamos vivir en un mundo mejor para todos.
