En el post de hoy, queremos hablarte del proceso de metacognición, de qué se trata y cuáles son sus beneficios a la hora de utilizar la escalera de metacognición en el aula.
El proceso de metacognición es aquel por el cual el estudiante toma conciencia de su propio aprendizaje, es decir, es capaz de identificar sus habilidades, limitaciones, herramientas y progresos propios.
Además, no solo es consciente de todo ello, sino que además lo lleva a la práctica, trabajando el autoconocimiento que le permite conocerse así mismo/a.
De una forma resumida podríamos decir que el proceso de metacognición sigue estos cuatro pautas:
- Ser consciente de nuestro tipo de pensamiento.
- Identificar y describir la estrategia empleada.
- Evaluar la eficacia de esta estrategia.
- Planificar el desarrollo del tipo de pensamiento en el futuro.
Pero, ¿en qué consiste la escalera de metacognición?
Como veíamos en el paso anterior, la escalera de metacognición se divide en 4 grandes bloques, que llevarán finalmente al alumno o individuo a autorregular su propio proceso de aprendizaje y tipo de pensamiento.
Primer escalón: Uso tácito ¿Qué he aprendido?
En esta primera fase, tomamos conciencia del propio pensamiento como tal, y aprendemos a determinar una rutina de pensamiento, es decir, aprendemos a elegir nuestra manera de pensar.
Segundo escalón: Uso consciente ¿Qué pasos he seguido?
Se trata de mirar hacia atrás para observar el aprendizaje producido hasta el momento, comparándolo con nuestro conocimiento previo.
Es decir, en este punto, debemos ser conscientes de que se está pensando, aunque solo sea para clasificar, ordenar o etiquetar nuestros pensamientos.
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Tercer escalón. Uso estratégico ¿Para qué me ha servido?
En esta fase, vamos a reflexionar sobre la utilidad de lo aprendido. Por ejemplo:
- El vídeo me sirvió para darme cuenta de que…
- El libro de texto me ayudó a aclarar que…
- El esquema lo utilicé para…
En este peldaño, tomaremos conciencia de cómo va creciendo nuestro conocimiento. Lo que podríamos denominar “Pensar que piensa”.
Cuarto escalón. Uso reflexivo ¿En qué otras situaciones puedo utilizarlo?
En este último escalón, vamos a interiorizar la rutina aprendida para poder aplicar lo aprendido a cualquier otra aspecto o situación distinta a esta. Por ejemplo:
- Usaré este tipo de esquema para la asignatura de…
- La rutina de pensamiento también servirá para…
Solo de esta forma conseguiremos asentar y consolidar los aprendizajes desde el pensamiento y gracias al alto grado de conexión con el entorno del alumno.
En conclusión, la escalera de metacognición nos sirve para darnos cuenta de que en muchas ocasiones nos quedamos en los primeros peldaños, sin profundizar más allá.
Cuando lo verdaderamente importante es saber crear esas conexiones y aplicaciones en el conocimiento en otros ámbitos diferentes al aprehendido.
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Esperamos que esta información te haya sido de gran ayuda, si tienes dudas déjanos un comentario.