En al anterior post os hablaba acerca de en qué consiste la atención temprana, y hoy os quiero detallar cuáles son los programas de intervención más conocidos y cuáles son sus características principales.
Los programas de intervención más difundidos en España son el Teacch, el Denver: The Early Start Denver Model, el Scerts, el PECS: sistema de comunicación por intercambio de imágenes, el Habla signada, el Hanen: «More than words» y las historias sociales.
Hay un elemento en los programas de atención temprana que cobra especial relevancia, y es que tenemos que destacar el papel de los padres y su implicación en la intervención de sus hijos: es una necesidad. El hecho de que los padres sepan aprovechar las situaciones cotidianas para estimular el desarrollo de sus hijos, conozcan las estrategias más efectivas e impliquen a los niños en interacciones va a permitir que la estimulación no se limite a los momentos estructurados de las sesiones sino que se extienda durante muchas más horas a lo largo del día, cumpliéndose así uno de los criterios de eficacia de todo programa de intervención: la importancia de la estimulación intensiva y prolongada en el tiempo.
La implicación de los padres es importante también por otro motivo, ya que colaborando en la estimulación y aprendizaje de sus hijos desarrollan un sentimiento de competencia necesario para garantizar la estabilidad emocional del niño y de los demás miembros de la familia.
El programa del Centro Hanen de Canadá «More than words», es el que más respeta el principio «centrado en la familia». Su objetivo principal es dotar a los padres de adecuadas estrategias que potencien las competencias comunicativas y de interacción en rutinas y situaciones cotidianas de los niños con TEA.
En el caso del programa The Early Start Denver Model, sus objetivos están relacionados con la motivación y reciprocidad social, la comunicación, la imitación, el juego simbólico y la autonomía personal en rutinas diarias.
El programa Scerts apoya su eficacia en la estimulación y refuerzo de la comunicación social, la regulación emocional y los sistemas de apoyo.
Los programas Denver y Scerts destacan la necesidad de establecer un vínculo afectivo entre el niño y el adulto, así como provocar juegos e interacciones y, a partir de ahí, seguir su iniciativa.