¡Por fin ha tocado a nuestra puerta la primavera! Hemos sobrevivido al recogimiento, al letargo y a la sintomatología propia del trastorno afectivo estacional provocado por la falta de luz del invierno y nos sentimos -aunque acusemos algo la astenia primaveral- llenos de vigor con el incremento de la temperatura y las horas de luz solar. Con el buen tiempo e igual que los caracoles, comenzamos a asomar la cabeza fuera de nuestra cueva y nos abrimos más al contacto con el resto de los seres vivos. Motivo por el cual, no queremos desaprovechar la ocasión de proponer dos entradas (este mes y el que viene) eminentemente prácticas para disfrutar en familia y en contacto con la madre naturaleza. No podemos afirmar, si queremos un aval científico, que los colores curan, pero sí que no podemos discutir su influencia sobre las emociones y los estados de ánimo. En el post de hoy, comenzaremos a ver los efectos de la paleta cromática sobre nuestro organismo y sobre nuestro mundo emocional. Seguir leyendo →