Cada tipo de apoyo visual demanda del niño una capacidad diferente de abstracción y simbolización. Por ejemplo, los pictogramas demandan una capacidad de abstracción mayor que las fotografías. De esta manera tendremos que valorar qué tipo de apoyo visual comprende el niño. Para ello le pediremos que empareje objetos reales y: fotografías, pictogramas y palabras escritas, y así concluir qué apoyo visual es el que comprende. Será necesario familiarizarlo con la tarea de emparejar para valorar realmente el grado de comprensión. Y aunque los apoyos visuales se construyan con una forma preferente, podemos combinar distintos tipos. También podemos combinarlos para promover la transición de un tipo de apoyo más sencillo a otro más complejo.
¿Qué objetivos podemos trabajar empleando apoyos visuales?
- Mejorar la independencia del niño con Autismo, les permite manejarse con mayor autonomía ya que funcionan a modo de recordatorio.
- Mejorar la capacidad de anticipar acontecimientos previsibles.
- Mejorar la comunicación, como propone el método PECS (Picture Exchange Communiaction System).
- Disminuir problemas de conducta.
- Mejorar la competencia social, guiándole en qué hacer o decir con los demás.
¿Cuándo emplear los apoyos visuales?
Los vamos a emplear a lo largo de todo el día y cuando la situación lo demande. Además, nos serán útiles a lo largo de toda la vida. Algunas personas piensan que son prescindibles cuando el niño tiene lenguaje y maneja las rutinas. Esto no es así, ya que es más asimilable para ellos la información presentada por la ruta visual independientemente de la edad o la competencia verbal.
¿Qué necesito para diseñar mis apoyos visuales?
Son recursos baratos. Pegamento, velcro para pegar los apoyos en la pared de la habitación, por ejemplo, tijeras, una cámara de fotos, plastificadora y láminas para evitar que no se deterioren, etiquetas, rotuladores.
