A los/as niños/as les encantan los juegos de cartas. El que aquí propongo puede tener otras variantes, de hecho, yo los vi jugando con unas similares donde competían fuerza, velocidad, poderes y otras cualidades de unos seres fantásticos. Cuando observo a los/as niños/as jugar en el recreo con algún material, pienso en cómo podría adaptarlo al mundo educativo. Enseñar jugando, en definitiva, que es donde el aprendizaje se produce de forma libre.
Material necesario
- Fotocopia de la plantilla de las cartas.
- Lápices y colores.
- Cartulinas.
- Guillotina para cortar las tarjetas o tijeras, si no se dispone de ella.
- Plastificadora (aconsejable, no necesario).
Cómo crear el juego
Los niños deben tener unos conocimientos básicos sobre los animales. Yo las he utilizado para enseñar español, pero se pueden usar para la enseñanza de cualquier idioma, incluso para los más pequeños, en el suyo propio. O solo por el simple hecho de disfrutar jugando.
Se les pide que elijan 4 animales cada uno. Si no son muchos participantes (menos de 4), es aconsejable que se elaboren más tarjetas para amenizar el juego, aunque siempre se puede ampliar más tarde.
En sus tarjetas, dibujarán los animales elegidos y escribirán la cantidad de partes del cuerpo que deseemos reforzar (patas, alas, antenas, trompa, pinzas…). Podéis seguir el ejemplo dado o modificarlo, por eso incluí una plantilla en blanco. Lo importante es que el listado que hagamos sea homogéneo. Es decir, que incluyamos las mismas partes corporales (véase en la plantilla de ejemplo).
Una vez confeccionadas las cartas, un adulto las cortará con guillotina, a ser posible, y las pegará en una cartulina (para evitar que se pueda ver la carta por el lado anverso). Después las plastificará, si se desea, para que las tarjetas resistan el uso.
Cómo jugar
Los/as niños/as se sientan en círculo o alrededor de una mesa. Se mezclan las tarjetas y se reparten, dando el mismo número a cada participante.
El primer niño le preguntará al que se encuentra a su lado por una característica del animal y la cantidad que posee.
Ejemplo: Patas: 6 (hormiga).
El adversario debe comprobar si tiene un animal con el mismo número de partes del cuerpo o superior. Si es el mismo número, empatan y se quedan tal y como están, nadie da una tarjeta a nadie. Si es inferior, debe ceder una tarjeta al primer jugador. Si es superior, se puede quedar con la tarjeta de su oponente.
Ejemplos de respuesta del jugador 2:
Patas: 6 (saltamontes). Nadie da una tarjeta a nadie.
Patas: 4 (cocodrilo). Le da una tarjeta a su oponente, debe elegir entre las que tiene.
Patas: 8 (araña). Se queda con la carta del oponente que solo tiene 6.
El jugador dos le preguntará al tres y así sucesivamente. Se les tiene que pedir que elijan el animal que, por alguna característica, pueda ganar a los que el oponente pueda tener. Si tienen un ave, va a ser más interesante que pregunten por el número de alas que patas, ya que hay muchos animales que tienen más patas, pero no todos tienen alas, de ahí que se hayan incluido también diferentes partes corporales.
Los niños disfrutan con este juego y aprenden. Podéis crear la versión en el idioma que deseéis.
Ganará el que obtenga más tarjetas.
Variante:
Si queréis enseñar, por ejemplo, el mobiliario de la casa, le daremos unos dados para que escriban la cantidad. Por ejemplo, si incluimos armario en el listado (la lista debe ser común, como en el juego anterior), cada niño lanzará los dados y escribirá el número de armarios que tiene.
Después, el desarrollo del juego es el mismo, solo cambia la técnica para añadir el número, ya las partes de los animales las conocemos, pero armarios podemos tener infinitos. Si lo hacemos de forma libre, ellos escribirán todos los ceros que entren en el recuadro, no lo dudéis.
Espero que os sirva para pasar una amena tarde y los niños aprendan jugando, que es la finalidad con la que inventé esta actividad.
Descargables
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