¡Por fin ha tocado a nuestra puerta la primavera! Hemos sobrevivido al recogimiento, al letargo y a la sintomatología propia del trastorno afectivo estacional provocado por la falta de luz del invierno y nos sentimos -aunque acusemos algo la astenia primaveral- llenos de vigor con el incremento de la temperatura y las horas de luz solar. Con el buen tiempo e igual que los caracoles, comenzamos a asomar la cabeza fuera de nuestra cueva y nos abrimos más al contacto con el resto de los seres vivos. Motivo por el cual, no queremos desaprovechar la ocasión de proponer dos entradas (este mes y el que viene) eminentemente prácticas para disfrutar en familia y en contacto con la madre naturaleza. No podemos afirmar, si queremos un aval científico, que los colores curan, pero sí que no podemos discutir su influencia sobre las emociones y los estados de ánimo. En el post de hoy, comenzaremos a ver los efectos de la paleta cromática sobre nuestro organismo y sobre nuestro mundo emocional.
Colorterapia: el poder de los colores en nuestras emociones
Rojo
En su presencia, se activan la glándula pituitaria, las suprarrenales y la producción de adrenalina, que participa en las reacciones de alerta del organismo dirigidas por el sistema nervioso simpático. Para entendernos, el rojo es un color que nos pone en marcha: la respiración y el pulso se aceleran, hay un mayor flujo sanguíneo subcutáneo, el corazón late más acelerado y reaccionamos de manera rápida. Es estimulante para los nervios sensoriales y por consiguiente aumenta la capacidad de percibir de nuestros sentidos. Este color puede impulsar estados tan dispares como la rabia, la ira y la agresividad, la seguridad y la valentía, la vitalidad y el dinamismo, la extraversión o el deseo y la excitación sexual. Es beneficioso cuando necesitamos movilizarnos, pero desaconsejado para buscar estados de calma o equilibrio, ya que una larga exposición, puede provocar el agotamiento del organismo.
Este color puede impulsar estados tan dispares como la rabia, la ira y la agresividad, la seguridad y la valentía, la vitalidad y el dinamismo, la extraversión o el deseo y la excitación sexual.
Propuesta de ejercicio
- Hazte con algunos frutos rojos de temporada: frambuesas y fresas. También nos valen los arándanos y las moras.
- Sal de paseo al campo y trata de encontrar un lugar donde haya amapolas. Siéntate en una posición cómoda y respira relajadamente. No concedas importancia a tus pensamientos y deja que tu vista se pierda y se impregne del color de las flores.
- Dirige el resto de tus sentidos hacia las frutas. Huélelas y pálpalas con suavidad. Mastícalas despacio, activando tus papilas gustativas y disfrutando de los diferentes matices de su sabor como si las comieras por primera vez.
Naranja
Influye sobre el buen funcionamiento de los órganos reproductores, los riñones y la vejiga. Está muy presente en la alimentación (¿Te habías fijado en que mucho de lo que comemos es de este color?), por lo que fomenta el apetito y el bienestar. Favorece estados de sociabilidad, empatía, diversión, calidez y amabilidad y algunos incluso afirman que tiene efectos positivos sobre la autoestima.
Propuesta de ejercicio
Para realizarla tendrás que esperar hasta la puesta de sol. Busca un lugar al aire libre en el que puedas contemplarla y a ser posible que esté cercano a donde haya agua (puede ser una fuente, un río, el mar). Déjate envolver por los tonos anaranjados del final del día mientras pruebas a hacer las siguientes asanas de yoga. Cuida en todas que tu cuello esté en línea con tu espalda, que tu respiración sea abdominal y que te esfuerzas pero no te fuerzas.
- La guirnalda: abre las piernas un poco más de la anchura de las caderas y flexiona las rodillas sin despegar los talones del suelo hasta quedar en cuclillas. Une las palmas de tus manos delante de tu pecho y empuja las rodillas hacia fuera con los codos.
- La mariposa: siéntate con las plantas de los pies juntas y las rodillas hacia fuera y apuntando al suelo.
- Postura de la frente a la rodilla: sentado, estira una pierna delante de ti y apunta con los dedos al cielo. Acerca el talón de la otra hasta tus genitales y flexiona la rodilla, dirigiéndola hacia afuera. Inclina tu cuerpo, con los brazos hacia delante y trata de llevar la frente hacia la rodilla estirada. Cuida de no tensar el cuello y de iniciar el descenso desde la cintura y no desde la parte superior de tu espalda.
- El pez: túmbate boca arriba, alarga los brazos a los lados del cuerpo, introduce las manos con las palmas sobre el suelo bajo las nalgas y estira las puntas de los pies hacia delante. Eleva tu pecho, apoyándote sobre la parte superior de la cabeza y los codos.
Amarillo
Es un color muy enérgico que acelera la actividad nerviosa: provoca respuestas rápidas y automáticas en el organismo al ser estímulo de los nervios motores que favorecen el funcionamiento de los músculos. También influye sobre todos los órganos relacionados con el sistema digestivo: abdomen, hígado, estómago, bazo, etc. Con respecto al mundo emocional podría decirse que es bastante contradictorio, ya que aparte de animar la creatividad y la rapidez mental, el entusiasmo, la motivación, la madurez, la satisfacción, la gentileza, la viveza, la alegría y el pensamiento positivo, su influencia también puede provocar la ira, la impulsividad, la falsedad, el egoísmo, la ambición, la inseguridad, el nerviosismo, los celos y la envidia.
Propuesta de ejercicio
Necesitas cartulina, cola y pintura de dedos (de varios colores, pero sobre todo amarilla).
- Sal a pasear y encuentra un lugar donde crezca el jaramago. Halla un espacio donde puedas trabajar en el suelo. Dedícate un instante a contemplar la belleza vibrante y la fuerza de esta planta, déjate embriagar por ella.
- Ahora, visualiza en tu mente las obras de Van Gogh cuya temática son los girasoles. Trata de reproducir alguna de ellas en la cartulina o deja fluir tu expresividad y haz algo de tu propia invención plasmando esas flores.
- Usa la cola y algunos tallos de jaramago natural para decorar tu creación.
- Durante todo el tiempo que dure el ejercicio, mantente en silencio e imaginando una luz amarilla que surge en la zona de tu plexo solar y se extiende por todo el cuerpo. Recuerda respirar con calma, llevando el aroma de la tierra hasta la parte baja de tu abdomen.
¡Hasta aquí nuestra paleta de hoy! Continuaremos la entrada el mes que viene con más curiosidades sobre los efectos del color en nuestras emociones y en nuestro organismo y con más propuestas para experimentar sus efectos beneficiosos.