La pediatra de la Seguridad Social nos facilitó el teléfono del centro de atención temprana para pedir una cita. He de decir que no se puede esperar tanto, la lista de espera para acceder a la atención temprana pública obliga a los padres a estar durante meses y años inquietos. Como he conocido a otras madres en la misma situación, decidí buscar atención temprana privada. Tuve suerte porque conocí a especialistas muy buenos que ya por teléfono me explicaron que no podía perder el tiempo si sospechaba que mi hija tenía algún trastorno del desarrollo. Tras hablar con la pediatra y psicóloga, hicimos la prueba ADOS (Escala de Observación para el Diagnóstico del autismo) que consiste en observación del juego e interacción del niño por los profesionales autorizados.
Después de haber realizado esta prueba, nos dieron el diagnóstico: Trastorno del Espectro Autista (TEA). Es duro para los padres escuchar que tu hijo tiene este trastorno. Es importante que los profesionales te lo comuniquen con tacto, intentando resolver todas tus dudas. Nos dijeron que teníamos que empezar enseguida con sesiones de logopeda de atención temprana. La logopeda me permitió entrar a ver cómo era la intervención. Hay diferentes modelos de intervención que utilizan los profesionales en España: el Aba (Análisis aplicado de la conducta), Modelo Denver, Modelo TEACCH, Floor time y otros. Nuestra logopeda no utilizaba un solo método, sino varios a la vez. Gracias a que pude estar durante la intervención entendí qué tenemos que hacer en casa para obtener resultados de manera más rápida.
Importante: no perder el tiempo. Si sospechas que tu hijo tiene problemas de entendimiento, de habla y comprensión, habla con el pediatra y busca atención temprana. No esperes mucho tiempo para empezar a estimular a tu hijo, el tiempo pasa y tu hijo sin ti y los especialistas no podrá aprender a comunicarse.