inteligencia emocional

Inteligencia Emocional en Niños: la sorpresa

sorpresa inteligencia emocional

En el post de hoy, te hablamos de la importancia de trabajar la sorpresa en la inteligencia emocional de los niños. La sorpresa, aunque efímera, es una emoción clave para el desarrollo y el aprendizaje de los niños.

El asombro se convierte rápidamente en otra emoción, negativa o positiva, que dependerá de los sentimientos que cause este estímulo. La sorpresa nos activa y nos hace reaccionar, habilidades esenciales para la supervivencia humana. Pero, ¿por qué es tan importante trabajar con los niños la emoción de la sorpresa?

Motivos para trabajar la sorpresa y el asombro en niños

  1. El asombro provoca curiosidad, lo cual despierta su atención y les hace querer aprender más sobre el entorno que los rodea. Fomenta la exploración de los niños de manera autónoma así como la comunicación de los niños con las personas de su entorno en forma de preguntas para conocer más.
  2. Genera y fortalece vínculos afectivos. Al animar a los niños a hacer preguntas sobre cosas que les asombran o al darles pequeñas sorpresas y cambios inesperados todos los días, hará que os unáis mucho más como familia.
  3. Al enseñarle lo interesante de las sorpresas positivas, llegará un momento en el que los niños empiecen a querer sorprender a sus padres con dibujos o juegos para que ellos también puedan experimentar esa sensación. Esto nutre mucho la mente de los más pequeños y desarrolla partes importantes de la inteligencia emocional.
  4. Mantiene la vida interesante y bonita. Hay que recordar que los niños son niños; necesitan estímulos y diversión para entender que la vida es algo que está para disfrutarla. Expresando nosotros curiosidad también, les transmitiremos el mensaje de que la vida está llena de sorpresas y cosas por aprender.
  5. Al acostumbrarse a las sorpresas y asumir que son parte cotidiana de la vida, los niños aprenderán a gestionar sus emociones negativas y positivas de manera más eficiente y natural, ayudando así a su inteligencia emocional.
  6. Mejora la autoestima. Aparte de los elogios ante actitudes positivas, es muy recomendable sorprender a los niños con actos inesperados que les harán entender que lo están haciendo muy bien.

¿Cómo utilizar la sorpresa para educar en positivo?

Como ya hemos explicado, el asombro y la sorpresa son emociones que ayudan mucho a los niños a gestionar y desarrollar su inteligencia emocional, a la misma vez que los mantienen estimulados día a día, previniendo el aburrimiento.

Aunque todo suena muy bien, hemos de tener cuidado de no provocar una sobrecarga de estímulos, que pueden saturar a los niños. Es importante dejarles tiempo para procesar sus sentimientos, hacer preguntas sobre ellos, pararse a pensar y disfrutar de ellos con tranquilidad. A continuación te explicamos cómo puedes incluir la sorpresa en el día a día de tus hijos:

  • Fomentar la lectura de cuentos e historias fantásticas es una manera fácil y asequible de estimular su imaginación, sobre todo si los animamos a crear sus propios finales para las historias que leen o incluso escribir sus propios cuentos.
  • Se puede aprovechar la curiosidad innata de los niños animándolos a buscar sus propias respuestas a las preguntas que nos hacen, favoreciendo su autonomía y ganas de explorar el mundo.
  • Proporcionar tiempo de juego creativo, libre y sin estructura concreta. Esto funciona muy bien al aire libre, por ejemplo en la playa o en el campo, donde podemos animar a los más pequeños a explorar su entorno, interactuando con objetos en la naturaleza e inventándose su procedencia y uso.

Por último, te dejamos enlace directo a dos de nuestros materiales con los que podrás trabajar la sorpresa en Infantil y Primaria:

Esperamos que esta información te haya sido de gran ayuda. Coméntanos o ponte en contacto con nosotros para resolver cualquier duda.

Inteligencia Emocional en niños: trabaja la vergüenza

vergüenza inteligencia emocional

Aprender a gestionar la inteligencia emocional en niños, trabajando la vergüenza en los niños es un sentimiento que preocupa mucho a los padres, que, queriendo que sus hijos la superen lo antes posible, se esfuerzan por exponerlos a situaciones que los obligan a interactuar con desconocidos u otros niños, sin saber que esta, no es una muy buena forma de ayudarlos a perder la vergüenza.

Para ayudar a niños vergonzosos, primero tenemos que entender qué es la vergüenza, emoción que empieza a aparecer en los primeros 18-24 meses de vida.

Los niños muestran la vergüenza de manera verbal y no verbal, avisando cuando ciertas situaciones le hacen sentirla o gestualizando este sentimiento mediante respuestas corporales como ponerse colorado, bajar la cabeza, salir corriendo, esconderse detrás de un padre.

Es importante recordar que la vergüenza no es lo mismo que la timidez, pero trabajando la timidez estaremos haciendo un avance en la inteligencia emocional del niño o la niña y podremos evitar, en parte, que se produzca la vergüenza.

¿Cómo ayudo a mis hijos a gestionar la vergüenza?

Lo primero que hay que entender es que los niños necesitan empatía por nuestra parte, entonces, reprochar la vergüenza o ponerla en evidencia no ayuda. Por eso, es bueno evitar expresiones como “¿Te ha comido la lengua el gato?”, “¿A quién habrá salido este niño tan vergonzoso?”, “¿Es que no vas a saludar a tus titos? Eso es de mala educación.”, porque lo único que vamos a conseguir con este tipo de comportamiento es hacer a los niños sentirse inseguros y vulnerables, resultando en lo opuesto que queremos conseguir.

Para ayudar a los niños a construir su inteligencia emocional de manera saludable, tenemos que ayudarlos a entender qué tipo de sentimiento es la vergüenza y por qué se sienten así, para que en un futuro puedan identificarla y usar las herramientas correctas para gestionar la situación.

Los niños necesitan sentirse comprendidos, seguros y conectados, así que es muy importante asegurarles que lo que sienten es normal y no pasa nada, y que es algo que podéis superar juntos.

Consejos para trabajar la vergüenza

A continuación proponemos una serie de consejos que pueden ser muy útiles al trabajar la vergüenza en niños:

  1. Ser un buen ejemplo. Los niños son espejos de su entorno, y si ven a sus referentes adultos intentando superar cosas que a ellos también les pasan, serán más propensos a hacer lo mismo que sus modelos a seguir.
  2. Evitar las críticas, sobre todo las no constructivas. Los niños están aprendiendo todo desde cero y, como todos, necesitan mucha práctica. Criticar sus esfuerzos solo sirve para destruir su autoestima y generar inseguridades que harán que no quiera volver a intentarlo delante de nadie.
  3. Elogiar sus progresos. En vez de criticar lo que no hacen correctamente, la mejor opción es reforzar positivamente lo que hacen bien y sus esfuerzos. Esto fomenta su seguridad en sí mismos y evitará situaciones en las que sientan vergüenza.
  4. Fomentar su independencia. Cometer errores es parte esencial de todo aprendizaje, y hay que dejar que los niños los cometan. Dejar que el niño haga cosas de manera autónoma refuerza la idea de que el adulto cree en sus capacidades, haciendo que el niño se sienta más seguro de sí mismo.
  5. No hablar ni responder por el niño o la niña, incluso cuando no quiere contestar. Esto está ligado al punto anterior; hay que reforzar la idea de que un niño es una persona individual y autónoma.
  6. Estimular que haga preguntas y peticiones a terceros y elogiar cuando lo hagan.
  7. Por eso, hay que apoyar a los niños sin llegar a la sobreprotección, dejando que se enfrente a situaciones que le generan vergüenza.
  8. No forzarles a que hagan cosas que no quieren hacer, aunque esas cosas las hagan en privado sin problema.
  9. No compararlos con otros niños. Con esto, lo único que conseguimos es que el niño se sienta inadecuado e inferior en comparación con el resto.
  10. Fomentar que se relacione con otros niños desde edades muy tempranas para que se acostumbre a estar en sociedad de manera natural.

Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a comprender un poco mejor la situación en la que puede encontrarse actualmente tu hijo o alumno. En nuestra web, encontrarás una colección completa dedicada a la gestión de la inteligencia emocional en niños de manera saludable y un cuaderno específico para trabajar la vergüenza que puedes encontrar en el siguiente enlace: cuaderno para trabajar la vergüenza.

Si tienes cualquier duda, ponte en contacto con nosotros, estaremos encantados de poder resolverlas.

Dueño de tu vida

Toma las riendas de tu vida

Existe una antigua leyenda oriental titulada La mariposa azul que dice más o menos así:

Había una vez dos hermanas deseosas de aprender que nunca se cansaban de hacer preguntas a su padre. El pobre hombre, incapaz de dar respuestas, decidió enviarlas a vivir un tiempo con un sabio del lugar: “Él disfrutará de compañía y ellas podrán aprender de sus conocimientos”, pensó.

Así pues, las dos jóvenes se trasladaron junto al anciano, el cual contestaba a todas y cada una de las inquietudes que le planteaban las curiosas aprendices. Una noche, amabas hermanas idearon una pequeña trampa en la oscuridad de su habitación.

– Le haremos una pregunta tan tan tan difícil, que ni siquiera él será capaz de acertar la respuesta.

– ¿Y cómo haremos eso? –preguntó la otra hermana.

– Tú déjamelo a mí.

Muy temprano, la joven salió al bosque y regresó con una hermosa mariposa azul atrapada entre sus manos.

– Le pediremos que adivine si está viva o muerta. Si dice que está viva, apretaré, la mataré y entonces habrá fallado. Y si dice que está muerta, abriré la mano y la dejaré escapar volando. Así jamás acertará y nosotras podremos decir que somos más listas que él.

Convencidas, las dos pícaras hermanas fueron en busca del sabio.

– ¿Cómo está la mariposa? ¿Viva o muerta? – preguntó la joven mostrando la mano cerrada.

El hombre, sonriendo y tranquilo, no dudó un instante en contestar.

– Depende de ti. Está en tus manos.

Seguir leyendo