La tableta y el móvil nos han sido de gran ayuda en los inicios de la estimulación de mi princesa con TEA (Trastorno del Espectro Autista). Hemos descargado juegos y puzles que nos recomendaban otros padres, fruto de su experiencia, y lo cierto es que han sido de gran ayuda. Eso sí, deben utilizarse con criterio y moderación.
Para enseñar a mi niña cómo se jugaba con una aplicación, la sentaba a mi derecha, cogía su dedo índice de la mano derecha y jugaba por ella. A la vez le iba explicando lo que había que hacer. Cuando mi niña ya entendía el juego, seguía con su dedo índice en mi mano, y dejaba que ella dirigiera el juego. Al principio se sentía muy insegura y no quería jugar sola, pero poco a poco se soltó. Todo es cuestión de tiempo y dedicación. Ella iba viendo cómo hacerlo, cada vez se sentía más segura, y poco a poco vas viendo cómo mejora.
Como la tableta es táctil, es muy fácil que el niño con TEA aprenda a buscar él solo los vídeos y los dibujos animados que le interesan. Es un buen entretenimiento. Lo cierto es que muchos niños aprenden fácilmente a manejar el móvil y la tableta, y luego rechazan otros juguetes. Son sistemas que les llaman mucho la atención porque son esencialmente visuales. Tenemos que convertir la tableta en un premio, después de haber realizado las tareas necesarias para su aprendizaje. Si el niño no entiende el lenguaje verbal, organizamos las tareas con pictogramas y colocamos el pictograma «tableta» al final.
Cada día aparecen más aplicaciones útiles para niños con autismo: puzles, juegos para el desarrollo lógico y cognitivo, programas para el desarrollo del lenguaje, y un largo etcétera. No podemos prescindir de las tecnologías, porque pueden aportar grandes beneficios, pero tenemos que regular su uso.
